lunes, 23 de marzo de 2020

Tiempos de aplausos


Son tiempos difíciles, de soñadores y bohemios, de palabras que ensalzan al viento en busca de un futuro incierto, un futuro que nacerá muerto, en nuestras manos, por nuestras manos, estrangulado. Con suerte algunos quedarán en un país de ciegos dominado por tuertos. Y repetirán el mismo ciclo, porque la estupidez humana es infinita. Lo siento, lo siento si soy escéptico. En época de viscerales eslóganes que esconden el sonido del metal y el olor a papel recién impreso no tienen cabida los sinceros y los honestos. En esta sociedad silenciada por tanto ruido me siento manco, sordo y mudo. Lo siento, lo siento si os hiero, quizás esté salvando una vida, drenando con la herida la sangre que lleva el veneno que os inyectó aquel cuentacuentos que os prometió un final feliz de ensueño. El barco se hunde, se agota el tiempo. Necios y cobardes ahora lloráis por aquellos que lucharon. Ahora es vuestro momento de seguir sus pasos o seguiréis sus pasos. Buscad ser vosotros el motivo de esta marea de aplausos. Porque llegarán tiempos de dejar de ser un bohemio y soñador y habrá que pedir responsabilidades.