No puedo dormir. Son las 00:00. Pienso demasiado en ella. Estoy
desorientado. Hace mucho calor. La cama se me hace enorme. No paran de hacer
ruido desde la calle, muchas risas, algún coche. No puedo dormir, me levanto.
Estoy triste últimamente. Lo cierto es que además no tengo ni puta gracia.
Enciendo el móvil, no tengo mensajes suyos. No es lo mismo si no puedo verla.
Cojo las llaves, un papel y un boli. Me voy. Siguen riendo por la
calle. Me alejo. No paran los coches. No puedo pensar. Me dirá que he sido
distante, o que no he sabido entregarme. Llevo ya unos cuantos tachones y
todavía no he empezado a escribir. No quiero asfixiarla.
Son las 00:13. He llegado rápido a un parque con poca luz sin nadie.
Desde aquí no se oye apenas nada. Escribo tan rápido como pienso. Necesito uno
de sus abrazos por la espalda.
00:22. Se me acaba el folio. Debería haber escrito más pequeño.
Demasiados tachones. Tengo la garganta reseca. Necesito andar. Un callejón sale
del parque. Está iluminado por una farola a mitad de recorrido. Hay un hombre
sentado en la puerta de su casa junto a su perro. No lleva camiseta. Está
fumando.
00:31. Estoy sentado en el bordillo de la acera. Se escucha el agua
correr por la alcantarilla que está enfrente. Estoy sudoso. Quiero acariciarle
la mano. ¿Querrá ella? No puedo pensar quieto.
00:34. Quiero besarla. Tengo ganas de llorar. Empiezo a estar cansado.
Todo irá bien. Sonríe. Mañana será otro día.
00:51. Puto boli. ¿Por qué carajo no podré gritar? Me atropellan los pensamientos. Buenas noches.